POEMA DEL OTOÑO Y
LAS TRES HOJITAS
“LAS HOJITAS DE
OTOÑO”
Érase una vez
tres hojitas
y un cascabel.
Cuando el viento
soplaba,
las hojitas
bailaban
mientras el
cascabel sonaba.
Y sonando,
sonando,
el otoño iba
anunciando.
Cada vez bailaban
más,
hasta que un día
¡del árbol,
echaron a volar!
Y volando, volando
vieron muchas
maravillas:
todo el campo
cubierto
de hojas secas y
amarillas.
Y mientras volaban
se preguntaban,
cuál era la razón
de su cambio de
color.
Y así, al viento
preguntaron
y no supo
contestar.
Cuando llegó la
lluvia
volvieron a
preguntar.
Preguntaron muchas
cosas,
preguntaron sin
parar;
pero la Señora
Lluvia
tampoco las supo
ayudar.
A Don Otoño
encontraron
descansando en una
rama,
y poniendo cara
rara
volvieron a
preguntar:
-Díganos Señor
Otoño,
¿qué es lo que
pasa aquí?
¿Por qué nuestro
color ha cambiado
y del árbol
tuvimos que partir?
Contestando Don
Otoño,
con voz ronca y
muy serena,
que cuando él
llega
con él han de
llegar
tanto la lluvia
que moja
como el viento que
ha de soplar.
Por eso, amiguitas
mías - dijo el Señor Otoño -
no os debéis de
preocupar,
transcurridos unos
meses
todo esto pasará;
pues vendrán otras
hermanas
y de nuevo al
Señor árbol
de verde lo
cubrirán.
Muchas gracias Don
Otoño
- dijeron las tres
hojitas -
porque a nuestras
preguntas has contestado,
ya nos vamos más
tranquilas
sabiendo qué va a
pasar.
Y colorín,
colorado,
el cuento del
Otoño
ha terminado.
LAS DOS GOTITAS DE LLUVIA
Las dos gotitas de aguas vivían en una gran nube. Comenzó a llover y la gotita pequeña no quería caer, le daba mucho miedo. Su mamá le contó que era muy divertido, que un día cayó en una flor, otro día en una casa y otro día en una calle muy bonita.
La gotita pequeña ,con mucho miedo, agarró de la mano a su mamá, cerró los ojos y se dejó caer.
Las dos gotitas de agua cayeron junto con las demás, formando una gran lluvia plateada.
La mamá mojó la hoja de un árbol, se resbaló y cayó al suelo produciendo un gran ruido: "Plaf". Su hija, como era más delgadita, tardó más en caer, se posó sobre un paraguas rojo realizando un ruidito: "clic". Después resbaló y cayó en la gorro de una niña, "clic", se deslizó por su nariz para más tarde gotear en su impermeable azul. Al final acabó en unas botas de agua. Estuvo un buen rato en la bota hasta que la niña comenzó a andar u cayó a un gran charco que había en el suelo. Allí encontró a su mamá a quien le dio un gran abrazo.
Después de contarse el largo viaje, quedaron fundidas en el gran charco de agua. Más tarde, salió el sol, se reflejó en el charco y apareció un bonito arco iris.
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